En general, el deportista requiere un alto nivel de rendimiento y demanda de su cuerpo, lo que hace que sus músculos, articulaciones y huesos trabajen al límite. Por ello, es fundamental conocer los gestos técnicos de la disciplina para prevenir las lesiones y permitir la reinserción después de una lesión con la mayor seguridad y el menor índice de recaída posible.
PREVENCIÓN: buscamos conseguir que el deportista realice su práctica con el menor riesgo posible. Ayudandole a evitar las sobrecargas musculares, trabajado la corrección postural y los estiramientos.
TRATAMIENTO: recuperando lesiones, empleando medios físicos de la fisioterapia convencional junto con otras técnicas como la osteopatía, Punción Seca, Electropunción, Drenaje Linfático Manual, Liberación miofascial, Movilización Neuromeníngea.
RECUPERACIÓN DEPORTIVA: reinserción a la actividad deportiva temprana pero con seguridad. Trabajo de propiocepción y gesto deportivo.
Una sobrecarga muscular se aprecia por un aumento del tono muscular y una hipersensibilidad a la palpación, las fibras están acortadas y "menos elásticas", con lo que el riesgo de una rotura fibrilar por un estiramiento propio del gesto deportivo se incrementa. De ahí la importancia del masaje.
Estaría indicado en dos fases: