Se valoran los efectos que un daño o funcionamiento anómalo en las estructuras del sistema nervioso central causa sobre los procesos cognitivos, psicológicos, emocionales y del comportamiento individual.
Estos déficits pueden ser debidos a procesos neurodegenerativos (Parkinson, Alzheimer, Esclerosis Múltiple, etc.), enfermedades del desarrollo o daño cerebral adquirido (traumatismo craneoencefálico, ictus, tumores del sistema nervioso, etc.).
Valoración de las capacidades de la persona para llevar a cabo las actividades de la vida diaria e intervención si están limitadas, mediante el uso de otras estrategias, adaptaciones del entorno, utilización de ayudas técnicas, etc.
Diagnóstico, prevención y tratamiento de las alteraciones de la comunicación, el lenguaje, el habla, la voz, la audición y de las funciones orales asociadas (respiración, masticación y deglución). Interviene tanto en niños con retrasos y trastornos del lenguaje como en adultos con daño cerebral, enfermedades neurodegenerativas, dificultades en la deglución, etc.
Valoración, orientación, apoyo y consejo en el duelo, procesos emocionales difíciles, ansiedad, depresión, aceptación de la enfermedad, dificultades en relaciones personales, etc.